EN NAZARETH (MUNICIPIO MARA) MIENTRAS SE HABLA DE REVOLUCIÓN, LA INFRAESTRUCTURA DE LOS NEOLIBERALES DEL CARBÓN AVANZA.
Hoy en Mara se levantan banderas rojas, no precisamente de revolución social, sino de dependencia económica y destrucción ecológica neoliberal. Para las acciones neoliberales de Corpozulia y las Transnacionales del carbón, así como también para todos los burócratas del gobierno Nacional y Regional, el territorio indígena Añú y Wayuu, son lugares bacantes, espacios vacíos para que la banca internacional decida el destino de los mismos. A este destino nefasto, lo enmascaran de revolución socialista, abundante riqueza y desarrollo económico. Los planes desarrollistas de las Transnacionales del Carbón, cuentan con el apoyo incondicional de los “revolucionarios” de Mara.
Proyecto.
El proyecto de modificación o sustitución de palafitos por casas, involucra más de 12 caminarías que integrarían 36 casa aproximadamente y una significativa modificación de las zonas terrestres. Este proyecto se encuentra enlazado con la construcción del Puerto o Nueva Zona Portuaria, ubicado en la isla San Bernardo, asentada a un lado de la isla de San Carlos, con la finalidad única de sacar altas cantidades de carbón hacía los mercados europeos y Norteamericano.
Antecedentes
Mara, cambió su fisonomía geográfica con la llegada de la explotación minero- carbonífera. Antes municipio agro - productor, ahora municipio minero, repleto de accidentes viales, enfermedades con una enorme y creciente deforestación, mayor ecocidio, nunca registrado en la historia del Estado Zulia. La construcción de un puerto con características mineras (Puerto América) se remonta al gobierno de ex teniente coronel Arias Cárdenas, ex gobernador, ex golpista, ex escuálido y ahora Embajador de Venezuela ante la ONU. La construcción del ahora llamado “Puerto Nigale” significa extender la actividad minera a todo el pié de monte de la zona de Perijá, lo que significa además de ampliar las minas existentes, aumentar la producción y desplazar poblaciones indígenas (comunidades, yukpas, Barí, Wayuu y añú), campesinas (mayales y San Bernardo) y pesqueras (Nazareth, Sabaneta de Montiel y San Carlos) de sus habita y lugares de origen ancestral.
Costos
La extracción de carbón de la Sierra de Périja, significa, además de acabar con todo el ecosistema selvático y con las reservas de agua potable para Maracaibo, Mara y gran parte de Zulia, también significa acabar con las playas de la Islas de San Carlos, Zapara San Bernardo, (entre otras) últimos espacios naturales de recreación zuliana. Puerto Nigale., cuyo costo material es de 350.000.000 de dólares. Su construcción significaría cambiar radicalmente la geografía de varios ecosistemas que involucran o influyen negativamente tal proyecto. Más aún, el costo materia no equivale al costo en vidas humanas, es decir, todo el ecocidio que su construcción generaría, así mismo como la destrucción total de la de la producción pesquera de la zona, no puede ser estimado ni siquiera de forma imaginaria. Para el proyecto de vía ferroviaría, encabezado por la Sandwell Engineering Inc y Yánez & Asociados, se estima un costo de 320 millones de dólares y abarca 90 kilómetros de vía.
Habitantes afectados por la desinformación sobre la construcción del proyecto.
En la zona de Guacuco, (zona ubicada en el norte de Nazareth), los habitantes han sido censados, entrevistados y por supuesto persuadidos a que abandonen la zona una vez que la construcción del proyecto de modificación de los palafitos, así como el levantamiento de un puente que cruzaría el golfete de Urabá comience. Han prometido, villas y castillas sobre el agua, sin embargo, actividades como la crianza de animales dentro de esta zona, como cochinos y gallinas, desaparecería. De manera que el costo, medido en dólares o bolívares, no puede alcanzar el costo humano y ecológico que tal proyecto significa para la zona.En lo ecológico la instalación de Puerto Nigale, equivale a la tala de una buena parte de los humedales que se extienden por toda la costa del golfete de Uraubá.
AsÍ mismo, la construcción de este Puerto, significa uno de los desastres ecológicos mayores que han de cometerse en este siglo, puesto que el dragado del canal de navegación, así como de toda la zona costera adyacente al posible puerto, acabaría con el último balneario, que se encuentra aún en condiciones ecológicamente recreacionales para los zulianos. En lo humano, una vez instalado toda la infraestructura del negocio del carbón de las transnacionales, tanto la modificación de los palafitos, como todo el reacomodo cultural que ello implica, afecta o repercute negativamente en la memoria y cosmovisión de sus habitantes y en la configuración de la historia de los zulianos y venezolanos. “ No queremos ese puerto, porque lo que ellos (Corpozulia y la Alcaldía de Mara) nos dicen… que nos van a dar empleo y esa es pura mentira, ellos traen a sus técnicos; y si a caso le dan trabajo a cinco de aquí, pero no es en una oficina; es barriendo los residuos de carbón y lo que nos paguen no nos va alcanzar ni pa pagar el tratamiento de la enfermedad que nos va ha producir el polvillo, ya comenzaron a colocar los banderines por donde van a pasar la vía ferroviaria y pasan por frente de las casas y los que allí viven no tienen ni idea de que van hacer”.agregó Argelio Rodríguez pescador de la zona.
Política con máscara revolucionaria, pero con profundo perfil neoliberal
Dentro de las zonas señaladas en el mapa, el proyecto ferroviario, cuya finalidad última es transportar carbón, no se señalan los espacios ocupados por seres humanos y toda la flora y fauna propia de la zona. Para las acciones neoliberales de Corpozulia y las Transnacionales del carbón, así como también para todos los burócratas del gobierno Nacional y Regional, el territorio indígena Añú y Wayuu, son lugares bacantes, espacios vacíos para que la banca internacional decida el destino de los mismos. A este destino nefasto, lo enmascaran de revolución socialista, abundante riqueza y desarrollo económico. Por ello, poco de esta información se ha expuesto en público, como lo contempla, la LOPCI (Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas) en sus artículos que van desde el 12 hasta el 18, capítulo II referente a la consulta previa e informada, de las comunidades sobre proyectos que modifiquen o afecten su hábitat.El acalde de Mara, Luís Caldera, no informa sobre lo que significa la reestructuración de los palafitos de Nazareth como tampoco la inminente construcción del puente que atraviesa la bahía de Urubá, donde en la actualidad se pescan cangrejas y almejas. En diversas oportunidades que ha aparecido en público, el alcalde de Mara y las corporaciones encargadas del proyecto, no han informado de forma adecuada y suficiente a los habitantes de Nazareth, sobre las repercusiones negativas de tan millonario proyecto, violando así la LOPCI y la Constitución de de la República Bolivariana de Venezuela. El proyecto ferroviario que arranca desde las minas del Guasare hasta el nuevo Puerto de carbón en San Bernardo se extiende por más de 90 kilómetros y atraviesa poblados, casas, escuelas y con ello la paralizada Escuela Agropesquera de Nazareth. Hoy en día, mientras el alcalde guarda silencio en público sobre el proyecto multimillonario, de modificaciones de los palafitos y la construcción de la vía ferroviaria, las transnacionales del Carbón, con juntamente con Corpozulia avanzan en las mediciones y “marcado” topográfico de la zona señalada en mapa y en las fotografías. En las distintas asambleas, entre las cuales se disputó, abiertamente el control de los consejos comunales, Luís Caldera, violando la LOPCI, sobre la conformación de asambleas para la participación popular en lo que respecta a la información, decisión, y contraloría popular del mismo proyecto que contempla la modificación del hábitat indígena añú, se autonombró como el vigilante, contralor y promotor único del proyecto. El mismísimo Luís Caldera, en la asamblea relizada en febrero de 2006 en la cancha de Nazareth, se autoproclamó vigilante y ejecutor de las decisiones que, según él, benefician a la población. Además prometió, ante los habitantes de la zona, que para el mes de julio estaría construida la primera y segunda etapa del proyecto de modificación de los palafitos.
En la actualidad, Luís Caldera y todos los que controlan el fraudulento Concejo Comunal de Nazareth, se han dado a la tarea de extender entre los pobladores de la zona, que el proyecto de modificación de las casa no va, se encuentra paralizado. Sin embargo, en las cercanías y fondos de la zona de Guacuco los “revolucionarios” del carbón (personificados por la corporación para el desarrollo de la región zuliana) Corpozulia, han medido y trazado estratégicamente las (marcadas con banderas rojas) líneas por dónde se construirá la carretera o proyecto ferro vial, que se extiende a las cercanías de Sabaneta de Montiel (población añú) cruzando el golfete de Urabá.
El asunto es que mientras Chávez le solicita a Martínez Mendoza, convencerlo o demostrarle que la explotación de carbón no afectará los ríos y embalses importantes del Zulia y que por tanto, la pronta explotación del mineral además de beneficiosa, es también ecológica, el proyecto carbonífero avanza en silencio, tratando de desmovilizar a la población ofreciendo casas, mercales, atención médica y revolución social y contratando tecnócratas que elaboren un informe científico y ecológico para convencer hasta los mismísimos diablos y dioses, si fuese necesario. Lo cierto es que el Municipio Mara, tal y cómo lo enuncia el eslogan de su alcaldía: “cambio para siempre” pero desde la llegada de la minería, este cambio es negativo. Hoy en Mara se levantan banderas rojas, no precisamente de revolución social, sino de dependencia económica y destrucción ecológica neoliberal.
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